EL GUIÓN DE MI VIDA.
Nací el 20 de febrero del 2004, dentro de una familia formada por un vasco militar, Jacobo Lecube Porrúa, y una chica de Madrid centro, Marta Azpeitia Bello, que se enamoraron profundamente en la playa del Sardinero, Santander, en el verano del 89. Tuvieron tres hijos; mi hermana mayor (Begoña) , mi segundo hermano mayor (Nacho o Ignacio) y después llegue yo. He de decir que ser la pequeña de tres hijos tiene sus ventajas, por ejemplo: si rompía algo siempre le echaba la culpa a mi hermano y no me llevaba la bronca. Pero ahora eso ha cambiado. He vivido siempre en la misma urbanización del plantío, cuando era pequeña lo que más me gustaba era ir a la guardería con mi mejor amiga Leticia Ardaiz, seguimos siendo muy amigas y nos conocemos desde entonces. Incluso celebramos nuestra comunión juntas, en general me he criado desde siempre en un ambiente católico, también sigo yendo a la misma misa que está al lado de mi casa, precisamente la de mi colegio. No me acuerdo mucho de mis años en infantil, pero en tercero me fui por primera vez a Inglaterra (si, he ido más de una vez), debido a que mi padre es un piloto de F-18 y combate de guerra. De lo poco que me acuerdo se que me lo pase super bien y sin duda no cambiaría la experiencia de vivir en una base militar por nada. Me acuerdo que al principio lo pase super mal en el colegio porque no entendía nada de lo que me decían, tenían que llamar a mi madre día tras día porque me escondía debajo de las mesas y empezaba a llorar. Pero si que me acuerdo de que mis vecinos de al lado eran indios y los de enfrente pakistaníes, eran de la edad de mi hermano y eran muy simpáticos. Finalmente paso el año super deprisa y volvimos a España. Ya en primero de primaria que mezclaron las clases, conocí a mis mejores amigas: Anita Aboitiz, Celia Fernandez, las Juarez y la loca de Sandra Bonelo. A Sofía ya la conocía desde siempre porque vivía en mi urbanización y su abuela era mi vecina. En tercero, vino Mónica, que aunque era muy tímida, yo fui la primera en hablar con ella y se convirtió en otra persona super importante de mi grupo de amigas. En cuanto a los veranos me iba a Santander con mi familia, mis primos y todo el grupo de amigos de mis padres de cuando eran jóvenes y sus hijos. Aunque lo llamo Santander, es más bien una zona que se llama Pedreña, y mi casa está en un pueblucho que se llama Omoño. Peor nombre del mundo, lo sé, pero es donde yo consideró que me crié. Mis veranos allí eran todo lo que una niña de 7 años se podría imaginar. Había playa y montaña, hacía calor y frío, había ferias y cines de verano, y, sobre todo, buen ambiente. Pero, llegó el verano del 2014 y me volví a Inglaterra, esta vez me fui tres años. Me acuerdo que estábamos en la playa y mi madre vio el Ferry que llegaba la puerto de Santander, y preguntó que si tendría que llevar pastillas de mareo o algo, a lo que mi tío Jose respondió: "Pero si eso no se mueve nnaaa! Tu no lleves nada Marta". Estuvimos todos menos mi padre y mi hermana mayor vomitando todo el viaje. Yo al final deje de comer y solo me alimentaba de agua porque no quería vomitar. ¡Menudo desastre!
No me quiero centrar mucho en estos tres años porque, aunque aprendí mucho inglés y todo eso, me costó mucho encontrar a amigos verdaderos. Los llamo así porque tenía amigos, pero eran más bien conocido al largo plazo. Las niñas eran super malas y un día eran amigas de una y al siguiente no paraban de malmeter de ella, pero bueno. Cambiando de tema, finalmente en el 2017 volví a España y no podría estar más contenta. Volví a mi mismo colegio, en la misma clase y con las mismas amigas que seguían igual de cariñosas y majas. Empecé el curso de segundo de la ESO, me costó mucho adaptarme al sistema español ya que había que estudiar y memorizar mucho más, pero mi tutora, Isis y mis profesores procuraron ayudarme siempre que lo necesitaba. Y ahora estoy haciendo tercero de la ESO. Pienso en muchas cosas para lo que quiero ser en un futuro, de pequeña me acuerdo que quería ser profesora (como medio mundo) pero estos dos últimos años, me han ayudado a elegir entre dos carreras: enfermería o hacer un ingeniería química y especializarme en productos cosméticos. Mi padre dice que si hago una enfermería mis pacientes tendrían miedo de mi carácter jajajaja, pero creo que lo podría controlar. Me imagino como una mujer bastante simple pero con la habilidad de cuidar de si misma, sinceramente no tengo ni idea. Eso si, iré a veranear a Santander si o si. Si tendría que elegir unas canciones para la banda sonora de mi vida serían: "Bohemian Rhapsody" de Queen dedicada a todos los viajes de mi vida en el coche con mi padre porque no nos dejaba escuchar nada menos sus discos y Rock FM, aun así le agradezco porque conozco muchísimas canciones de distintos tiempos gracias a él. En segundo lugar, "Father and Son" de Cat Stevens, una canción mítica que también nos ponía en los viajes y nos la dedicaba a nosotros, sus hijos. La siguiente la ponemos siempre que llegamos a Omoño los cinco juntos, "Fantastic Shine" de Love of Lesbian, creo que conocemos esta canción por un anuncio de Estrella Damm de 2013. Por otro lado, "Party in the USA" de Miley Cyrus, la cual es nuestro himno de mejores amigas aunque hay tantos que ni lo se.
Finalmente, "El Himno del Ejercito del Aire" que me lo tuve que aprender de memoria por obligación jajaja, y sigue siendo, para mi, el himno más bonito que he escuchado nunca. Como podéis ver, le tengo mucho cariño al trabajo de mi padre, y antes no le tenía tanto porque no sabía muy bien lo que hacía o no lo entendía, hasta que en 2013, se fue 6 meses a Yibuti, África, donde sufrió un atentado terrorista junto con varias personas más. Mi madre me tuvo que explicar todo porque lo único que nos dijo fue que si veíamos algo en la tele, él estaba bien. No pudimos saber nada de el hasta después de dos semanas.
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